El Gobierno previsible

ALBERTO D. PRIETO

Cuando Mariano dijo «seré un presidente previsible» se debía de referir a esto. Ante cualquier hecho noticioso, siempre sabemos cuál será la reacción de Rajoy: el silencio. ¿Rescate? Silencio. ¿Gürtel? Silencio. ¿Bankia? Silencio. ¿Impuestos? Silencio. ¿Sáhara? Silencio. ¿Pensiones, desahucios, desempleo? Silencio. ¿Camps, Urdangarin, Matas? Silencio. Ciertamente, era previsible su reacción ante el dedo acusador de Bárcenas: silencio.

RajoyBocaCerradaEl presidente se ve a sí mismo por encima de todo, como la gaviota del PP, un símbolo asumido de otro partido y con tan poca herencia que un día de los 90 miraba a la izquierda y el siguiente a la derecha. Una silueta sin detalles, monolítica, como el mentón apretado de su callado líder.

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