1991 (33 años, pederastia)
14 canciones – 121 aullidos, 483 gemidos, 43,14
En 1992, en pleno ‘Dangerous World Tour’, Michael fue contratado para animar el descanso de la Superbowl XXVII, la final de la liga de fútbol americano. En el intermedio de un partido seguido mundialmente; en un mini concierto que da incluso más prestigio al elegido que el que el elegido puede darle al partido; donde un artista normal aprovecharía cada segundo para agrandar su mito, Jacko decidió permanecer quieto como una estatua, seguro como estaba de que era su figura lo que la gente quería ver, de que él ya era más grande que su música, que ya era el indiscutible rey del pop y de todos sus súbditos. No venís a escucharme, os basta con mi figura, ésa que me he trabajado desde niño. Y cómo.
Ese cincelado externo era reflejo de un montón de heridas internas, de una huida hacia delante que llenó de guirnaldas, chorreras y apliques dorados todo cuanto lo rodeaba. El ‘Dangerous’ era un disco con una portada barroca y un sonido que se iba alejando de las melodías r’n’b camino de una personal mezcla entre el dance y el gesto cabreado. Sigue leyendo