Suegro

Me enseñaste un millón de cosas. Aprendí contigo que una persona puede tener dobleces, un lado malo, duro y difícil, un lado triste. Hacer daño, mucho, y sufrir. Pero ser bueno. Aprendí a ver el fondo de alguien que no se quiere mostrar, aprendí cómo escarbar y me dejaste.

Sé que yo no era lo que esperabas, que era un rojillo, un mediomierda, y el que venía a llevarse a tu hija, a tu niña. Y que a la vez que me acogías, me estudiabas.

El reto de gustarnos era enorme, tuve que aprender a ser paciente y a relacionarme con una familia tan distinta de la mía. Y de todas las que yo había conocido.

Siempre le dije a tu hija que alucinaba con que os contarais hasta si la bicicleta había perdido aire. Chorradas infinitas, la vida del día a día.

Siempre sentí y también le dije lo feliz que era habiéndote encontrado, habiéndome sentido cómo poco a poco me hacías casi tu hijo.

Y un día, tú, ese hombre duro en público, te derramaste como un chocolate, y me dijiste «quita casi» delante del mundo entero.

Me enseñaste la naturalidad, ésa que yo no tengo nunca, siempre embridado, pensando qué es lo mejor, lo conveniente. Siempre preocupado por no equivocarme. Tú me enseñaste que equivocarse ocurre, y que no pasa nada, basta quererse. Aceptarse.

Tú me aceptaste, me quisiste. Y supiste seguir queriéndome después. A pesar de lo difícil que era. Hasta me hacías saber tus decepciones cuando pasaba más tiempo de la cuenta sin ir a verte. O cuando por mis infinitas prudencias te hacía un feo, y por miedo a no molestar, te molestaba más.

E incluso entonces volvías a sorprenderme, y me hacías saber que me entendías, a pesar de lo distintos que éramos.

Me enseñaste a reírme de todo, hasta de lo más tonto. Me enseñaste a quererte tanto. A no querer nunca renunciar a ti, a luchar por seguir siendo parte de tu vida, a respetarte tanto.

Me enseñaste a respetar. A no juzgar. Fuiste el mayor reto de ser el novio de tu hija, el marido de tu hija, el padre de tus nietas. Un buen hombre.

Me enseñaste dignidad, hospitalidad, generosidad. Qué distinto eras a todo lo que yo había conocido. Qué orgulloso estoy de que me quisieras, joder, Fernando, suegro.

Te quiero. Cuídame, por favor, ya sabes qué.

un año, abuelos

abuelos

Hoy hace un año que los vi por última vez.
En un par de meses se me fueron los dos.
Esa mañana con el abuelo, sentado junto a su cama en la que se consumía y me miraba con todo el amor acumulado en sus ojos, ése que nunca había sabido expresar y al apagarse se le salía a borbotones.
Su media sonrisa, al final casi sin dientes.
Sus frases de verdad («hay que trabajar duro para ser feliz», me dejó de enseñanza aquel día).
Ese buen rato en el salón junto a la abuela, «estoy muy malita, y cansada, pero hijo, esto no se acaba…».
«Mira mi agenda, aquí lo tengo todo apuntado, no se me olvida nada, porque la miro cada día, y voy añadiendo cosas».
«¿Qué tal mis biznietas? ¿Y tú estás bien? Estás muy delgado…»
 
Os echo de menos, tanto como poco os vi siempre.
Tanto como ese amor que el abuelo nunca supo dar y aquella mañana se le salía, a lágrimas, de sus ojillos viejos.

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Lo de la gente, lo del PSOE

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El final del verano llegó. (ADP)

La obsesión por darle la voz a la militancia es renunciar a tu labor de líder.

El líder lidera, no obedece.

Escucha, pero decide. Ésa es la esencia de la democracia representativa.

¿Para qué hay cuadros si éstos están sólo para ejecutar la voluntad de las masas?

¿Para qué queremos un partido, dos partidos, tres partidos… o un Parlamento si nos vale con la voluntad de las masas?

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AAB (her automatic blues)

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Siéntate aquí
junto a mí,
hazme feliz

Ponte en mi lugar
para acabar
con este frenesí

Tenme en cuenta
Y, si no, piensa
que esto no es así

Siempre a tu lado
que no es pecado,
me haces feliz

Tengo un trabajo
Yo no me rajo
Y siempre es así

No echo la cuenta
de mi vieja imprenta,
no importa si es así

Basta a tu lado,
como hemos pasado
la vida hasta aquí

No pido nada
Nada de nada
Me basta junto a ti

5 años sin Michael Jackson: HIStory

1995 (37 años, canciones cada vez más autobiográficas, boda con Lisa Mary Presley)
15 canciones – 213 aullidos, 409 gemidos, 41,46

 

ALBERTO D. PRIETO

Como reza el nombre del disco, Jackson cuenta aquí su historia. Y su Historia. Es decir, que haciendo de la necesidad virtud y anticipando que sus ventas empezarían a bajar, no permitió que esto pasará antes de hacer lo que todo artista de éxito en estos casos: sacar una recopilación. Este trabajo doble, promocionado hasta el paroxismo con la erección de nueve estatuas ciclópeas alrededor del mundo -copias de la misma que aparece en portada- reúne 15 de sus mayores éxitos y 15 canciones nuevas. Y éstas son todas, todas, autobiográficas.

Hasta las dos que son versiones, ‘Come together’ de los Beatles y ‘Smile’ de Charles Chaplin, lo son a su manera: con la primera se daba el gustazo de ejercer su derecho a utilizar ‘su’ catálogo a su conveniencia; con la segunda homenajeaba a uno de sus ídolos, de quién coleccionaba películas proyectadas una y mil veces en su cine privado de Neverland. Sigue leyendo

5 años sin Michael Jackson: Dangerous

1991 (33 años, pederastia)
14 canciones – 121 aullidos, 483 gemidos, 43,14

ALBERTO D. PRIETO

En 1992, en pleno ‘Dangerous World Tour’, Michael fue contratado para animar el descanso de la Superbowl XXVII, la final de la liga de fútbol americano. En el intermedio de un partido seguido mundialmente; en un mini concierto que da incluso más prestigio al elegido que el que el elegido puede darle al partido; donde un artista normal aprovecharía cada segundo para agrandar su mito, Jacko decidió permanecer quieto como una estatua, seguro como estaba de que era su figura lo que la gente quería ver, de que él ya era más grande que su música, que ya era el indiscutible rey del pop y de todos sus súbditos. No venís a escucharme, os basta con mi figura, ésa que me he trabajado desde niño. Y cómo.

Ese cincelado externo era reflejo de un montón de heridas internas, de una huida hacia delante que llenó de guirnaldas, chorreras y apliques dorados todo cuanto lo rodeaba. El ‘Dangerous’ era un disco con una portada barroca y un sonido que se iba alejando de las melodías r’n’b camino de una personal mezcla entre el dance y el gesto cabreado. Sigue leyendo

¿Quién sabe que es Navidad?

ALBERTO D. PRIETO

Luces de Navidad #NoWay #España

Luces de Navidad #NoWay #España

Pisas la calle de buena mañana, hace frío y la luz del sol aún sólo se insinúa. Te sorprende enfrente un niño sentado. No hace nada, entretiene su desgana con montoncitos de arena. La mirada perdida y te parece que con brillo, no de la alegría vivaracha de un enano juguetón, no; de ése otro más viscoso que se instala en los ojos cansados.

El chico mantiene fija la dirección de su mirada, perdida, hacia donde tú estás, pero no parece importarle si estás ahí. Sólo posa los ojos, como apoyando la vista, descansándola tras una larga noche rascando las uñas encogido, ahí está. Sigue leyendo

Sonrisa de satisfecho

Imagen

JORGE BURÓN

PS: Hace unos días publiqué aquí Ella… una persona muy especial me ha hecho el honor de ponerle música… Y juntos, creo que ahora sí, hemos hecho poesía.